martes, 29 de septiembre de 2009

NO IMITEMOS A TOMAS



En el tiempo de Moises cuando condujo al pueblo a la tierra prometida, en el momento el cual fue llamado por Dios para
entregarle las leyes, le pidio al pueblo que no adoraran a falsos dioses ni a simbolos creados por el hombre.-
Pero en cuanto Moises se retiro al encuentro con Dios, estos no solo comenzaron a dudar sino que dieron lugar a que el pecado comenzara a trabajar y corroerlos hasta llegar a su cometido, apoderandose de un pueblo que habia quedado solo y segun ellos estaban desamparados y abandonados en la mitad del camino.-
Si nos detenemos a analizar esta parte encontraremos varias similitudes en nuestros dias ya que en esa epoca en momentos de desesperacion, miedo y quien sabe que, tuvieron que fabricar una imajen porque si no veian no creian; en el tiempo de Jesus no alcanzaron los signos o mejor de interpretar, los milagros efectuados dandose a conocer por un lado, las catequesis ofresidas para una esplicacion ahun mejor de como llegar a conseguir el camino al padre, que no basto y lo crusificaron, pero luego de su resureccion; Maria les comenta esta alegria a los disipulos, estos dudaron a pesar que convivieron con El un tiempo para ser testimonios directos del hijo de Dios, pero a uno de ellos parecio no haberle bastado toda esta convivencia que tuvo que meter el dedo para creer.-
Llegando a nuestros tiempos no hemos mejorado en nada, es mas; emos empeorados porque no solo ponemos de las escusas sino que las creamos y nos fabricamos santos e imajenes a nuestra medida y quien sabe cuantas otras cosas para fingir ser cristianos o catolicos, cuando el creer es mas simple, mas sensillo, es tan solo serrar los hojos y abrir los ohidos del corazon, es simplemente iniciar un dialogo sincero y aparecera unas ganas tremendas de no abandonar jamas esa convivencia que nos acobija y nos acuna y que no nesesita ningun intrumento para hacer notar su presencia; para ello no quiero poner en tela de juicio ningun instrumento utilizado para recordar que somos hijos de Dios y por ende hermanos de Jesus.-
En una oportunidad se me ocurrio habrir un sitio de preguntas y respuestas en internet, en verdad da pena leer las preguntas atacantes formuladas y ahun mas pena las respuestas ignorantes, como que buscan un desahogo a sus rabias porque no tuvieron quizas un buen guia o un amigo de verdad; y lo primero que atacan es a Dios, a la iglesia, atacan a un Cristo que puso la otra mejilla para ser golpeada escondiendo el poder para no responder y asi continuar una gerra sin fin, a un Cristo que deja que metamos el dedo en sus heridas sin pedirnos nada a cambio, un Cristo que escojio al hombre como saserdote y le dio el poder para que nos condujera a su reino.-
Es como que el demonio se esconde y se disfrasa para atacar para ensordecer nuestro corazon, es un poco el retroceder para revivir la epoca de Moises con la creacion de la imagen de oro y con ella arrastrarlos a corrupcion, al libertinaje.-
Pienso que nosotros deberiamos ser escudo a todo esto que ocurre, deberiamos salir a darles un poco de ese remedio fabricado con esencias de amor, unas gotas de caridad, una pizquita de humildad y sobretodo calor fraterno; es un poco la formula utilizado por Jesus, sin dejar de lado la misericordia de Maria.-
A lo mejor debo despertar de este sueño como a lo mejor se convierta en realidad, pienso que eso depende de la gran parte de nosotros, depende de que nos pongamos en camino abandonando nuestros miedos, nuestras verguenzas, imitemos a ese pueblo que deseaba liberarse de la oprecion del pecado, que deseaba llegar a la tierra prometida sin conocerla, sin saber siquiera donde se encontraba, pues vivamos nosotras tambien ese momento de llegar a la tierra prometida de la mano de nuestro projimo y si por el camino encontramos a alguien demosle la mano, invitemosle a segirnos y si tiene hambre o sed de Cristo, esa sera nuestra gran suerte y sera nuestro dia afortunado.-
Recorramos ese camino de la mano de Maria, que no existe madre en el mundo que sepa como llegar a su hijo y hagamosle sentir de paso que todo su dolor, todo su sufrimiento, germinò en elcorazòn del hombre.-
Leonardo...

OBRO EN SILENCIO



Si prestamos atenciòn a una de las lecturas de Mateo, 6,1 nos habla de que cuando hacemos el bien o ayudemos al projimos no debemos divugarlo al son de las trompetas para que todos al escuchar nos premien porque en verdad ese es el premio ser reconosido en la tierra y ese reconosimiento es tan pobre que solo durara un par de horas y luego quedara en el pasado, y cuel sera entonses la forma o la manera de dar a conocer nuestras obras, es una que nos duele y nos carcome por nuestro ego, es dejar que solo lo sepan dos personas, Dios y el benefactor.-
En una oportunidad una persona muy allegada le tocò pasar por una de esas enfermedades que solo se salva con la muerte, y mientras estaba en el hospital fue visitada por muchisimos amigos y aparecieron algunos con la biblia, otros con el rosario el echo està que heran màs los que se hacian ver que otra cosa, ya se que soy un poco vulgar en hablar pero hera eso lo que se vehia, es màs esta persona obtuvo la gracia de Dios y sanò.-
Despues de un tiempo aparecieron hasta de debajo de las piedras todos los que habian resado y pedido y Dios habia escuchado estas peticiones, yo me pregunto: tiene recompensa celestial o es reconocido por Dios todas esas oraciones o pedidos o el premio se les dio en la tierra solo con palabras que luego se las lleva el viento?
En verdad pedimos la recompensa con anticipaciòn porque no podemos esperar con nuestro silencio a recibir un premio ahùn mayor de parte del Padre celestial, como decia anteriormente ese ego de superioridad, de ignorancia nos arrastra a segir cometiendo errores y porque no tambien de pecar ya que nos sentimos superiores hasta con nuestras oraciones, cuan debiles somos.-
Muchas son la ocasionen en el paso de Jesus entre nosotros e lcual hiso milagros ayudando asi salir de los males o las enfermedades para que tengamos una vida mas confortable y no lo comentaba con nadie solo lo podian saber quienes lo habian visto concretar estas obras, y si pensamos en una refleccion que hace cuando se le presenta un siego de nacimiento el cual se decia que esa cegera pertenecia al pecado de los padres y ese era su castigo, pero Jesus con su humildad contesta:” esta cosa no es obra del pecado sino para que unas obras de Dios se hagan en èl y en una forma clarisima....”(Jn.9,1)o se que si hubieramos sido algunos de nosotros pregonariamos que nuestras oraciones lo curaron, o no es asi? Cuantas cosas debemos curar no solo a nuestro corazon sino a nuestra lengua, cuantas vidas se salvarian, cuantas vidas dejarian de pasar por la insertidumbre de la pobresa o de la enfermedad, cuanto bien hariamos a nuestro projimo con nuetras oraciones en silencio.-
Si obserbamos un poco a nuestro corazòn encontraremos que muchas veses deseamos ser premiado; tenemos presentes cuando un militar regresa de una miciòn con exito se le otorga rapido una condecoraciòn, o sea una medalla en el pecho, miremos en los desfiles entonses y nos encontraremos con militares o hasta civiles que pasan medio encorvados pero no porque tienen problema de cintura sino por el peso de tantas medallas que llevan prendida, y nosotros los miramos y sonamos con ser premiados al menos una vez por algo, yo los invito a inmajinarnos en uno de esos desfiles a Jesus, tambien caminaria medio encorvado por su condecoraciòn, pero esa condecoraciòn no tiene brillo, porque esa medalla es mas pesada que las simples estrellitas colgadas en el pecho, porque esa condecoraciòn se las damos nosotros, si es esa cruz, una cruz que es el premio, pero no a Jesus es a nosotros, es el premio al perdòn de los pecados, es ese premio que cada dia se torna màs pesado porque no somos capases de alivianar esa cruz; si sacamos ejemplo de ello notaremos que este hombre no pregono a los cuatro vientos sus milagros pero tuvo la mayor recompensa, estar a la derecha del Padre.-
Dejemos entonses ese esgo personal y hagamos que nuestras oraciones, nuestras peticiones y nuestras obras tomen màs fuerzas en el silencio, entre Dios y nosotros.-
Leonardo...........